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La jornada comenzó con la reanudación de la declaración de Gloria Romero, madre de Cecilia, quien el viernes había sufrido una descompensación en plena audiencia. Con voz firme, aunque visiblemente afectada, se dirigió directamente al jurado popular: “Pido perpetua para los tres”, dijo en referencia a César Sena y a sus padres, Emerenciano Sena y Marcela Acuña, todos acusados por el crimen.
Durante su relato, Romero reconstruyó episodios de violencia, control y manipulación que —según afirmó— marcaron la relación de su hija con César y con su familia política. En un momento de profundo impacto, expresó: “Nadie tiene derecho a transformar a una persona en hollín”, aludiendo a la forma en que fueron hallados los restos calcinados de Cecilia.
El juicio por el femicidio de Cecilia Strzyzowski continuó este lunes en el Centro de Estudios Judiciales de Resistencia, con una audiencia cargada de tensión, testimonios conmovedores y nuevos detalles sobre la relación que la víctima mantenía con César Sena y su entorno familiar.
La jornada comenzó con la reanudación de la declaración de Gloria Romero, madre de Cecilia, quien el viernes había sufrido una descompensación en plena audiencia. Con voz firme, aunque visiblemente afectada, se dirigió directamente al jurado popular:
“Pido perpetua para los tres”, dijo en referencia a César Sena y a sus padres, Emerenciano Sena y Marcela Acuña, todos acusados por el crimen.
Romero reconstruyó episodios de violencia, control y manipulación que, según afirmó, marcaron la relación de su hija con César y con su familia política. En un momento de profundo impacto, expresó: “Nadie tiene derecho a transformar a una persona en hollín”, aludiendo a la forma en que fueron hallados los restos calcinados de Cecilia. La defensa de Emerenciano Sena, a cargo de la abogada Olga Mongelos, le preguntó si había tenido contacto con el fiscal Martín Bogado durante el fin de semana. La mujer respondió afirmativamente y explicó que el encuentro se debió a que había considerado no continuar declarando, pero que el fiscal la convenció de seguir por la relevancia de su testimonio.
Otro testimonio clave fue el de Ronan Javier Amarilla, expareja de Cecilia. Contó que mantuvo contacto con ella hasta pocos días antes de su desaparición, y que la joven le había enviado mensajes en los que manifestaba miedo y angustia por su relación con César Sena.
“Mi suegra me odia”, le escribió Cecilia, en referencia a Marcela Acuña, según los mensajes exhibidos durante la audiencia.
También relató un episodio en el que César le hizo una “guillotina” con los brazos y la obligó a subir a la camioneta tras una discusión. Amarilla explicó que Cecilia se sentía controlada y aislada, y que incluso dudaba del viaje a Tierra del Fuego, que había sido decidido “sin consultarla”. Tras conocerse la desaparición, él se presentó ante la Justicia y entregó los mensajes, considerados fundamentales para la investigación.
En la misma jornada declaró María Eugenia Álvarez, psicóloga de Cecilia, quien la atendió en siete sesiones entre febrero y mayo de 2023. Relató que la joven hablaba de conflictos con su pareja y con su suegra, y confirmó que le había mencionado el episodio de la “guillotina” y su miedo ante el carácter violento de César.
“Su pareja tenía el control. Ella no estaba de acuerdo con el viaje al Sur, pero él decidió por los dos”, declaró la profesional, relevada del secreto profesional.
Álvarez agregó que Cecilia había comenzado a tomar decisiones propias y que había iniciado una terapia de pareja, aunque aclaró que “todavía estaban en una etapa de conocimiento”.
La audiencia incluyó también la declaración de la perito técnica especializada del Gabinete Científico del Poder Judicial, Carolina Pasatelo, quien analizó los mensajes de WhatsApp que, según la Fiscalía, se enviaron desde el celular de Cecilia después de que ella había fallecido.
Según la investigación, César Sena habría estado respondiendo los mensajes de su madre y de su hermana, haciendo pasar los textos como si los enviara Cecilia, mientras el cuerpo de la víctima era incendiado en el campo Rossi. La perito explicó al jurado cómo se verificó que no era Cecilia quien escribía los mensajes, sino su pareja, y detalló la cronología y contexto de los análisis realizados.
Gloria Romero comenzó a sospechar que algo ocurría cuando las videollamadas de su hija no eran atendidas y las respuestas solo llegaban por mensajes escritos, indicando que Cecilia estaba en distintos lugares, como un shopping en Buenos Aires, mientras en realidad ya había fallecido. La pericia confirmó que los textos fueron enviados desde el número de Cecilia, pero no por ella, lo que reforzó la hipótesis de manipulación y engaño por parte de César Sena.
NG Federal