“Yo no veo la hora que termine todo esto porque mi salud va que se me sube la presión, la ansiedad me está matando”, relató Mercedes, quien aseguró que quiere “verlos encerrados para toda la vida”. “Porque Cecilia es la última, pero si lo dejo libre van a ver muchas Cecilia y eso es lo que no quiero para mi Chaco”, agregó con firmeza. Su testimonio deja en evidencia la angustia y la exigencia de justicia que atraviesa.

Mercedes describió además cómo su nieta había previsto los peligros del viaje que terminó en su muerte: “Nunca pensé que ese viaje iba a ser el viaje a la muerte de mi niña. Ella me decía: ‘Me voy a morir en este viaje’ y yo le decía que no, que no iba a pasar”. La abuela remarcó la premonición de Cecilia y cómo alertó sobre las intenciones de los acusados, detallando la preparación y planeamiento detrás del crimen.

Sobre la dinámica del juicio, Mercedes adelantó que declarará como segunda testigo, tras Gloria: “Sí, yo tengo ya hecho un bosquejo más o menos de lo que tengo que hacer. Voy a redactar todo lo vivido acá”. La abuela de Cecilia enfatizó que su declaración pretende aportar al jurado información crucial para que puedan comprender la magnitud de los hechos y la responsabilidad de los acusados.

En cuanto a los implicados, Mercedes sostuvo que no tuvo contacto con otros familiares de los acusados: “Aquí nunca vinieron a buscarlo a César, por lo menos no se presentaron. Yo nunca los crucé ni hablé con ellos”. La mujer reafirmó su conocimiento directo solo de César y remarcó que toda la información que comparte busca que el juicio refleje con exactitud lo ocurrido y se haga justicia por Cecilia.

NG Federal