En los escritos, fechados el 17 y 19 de abril de 2025, Emerenciano protesta por un operativo policial que le quitó los elementos de cocina que necesitaba por su salud, como una olla y una pava, para preparar sus alimentos debido a condiciones médicas. Además, solicita una radio para mantenerse informado, ya que no tiene acceso a la información dentro de la cárcel.

En una de las cartas, Emerenciano señala la creciente inestabilidad mental de su hijo César, quien, según su padre, se autolesionó gravemente durante el confinamiento.

“Solicito de manera urgente que mi hijo tenga asistencia psiquiátrica y psicológica”, expresa el líder piquetero, temiendo por la vida de su hijo debido a su delicado estado psicológico. Además, pide aumentar el tiempo en el que César tiene acceso al patio, ya que se le limita el tiempo de esparcimiento y contacto.

 

Finalmente, Emerenciano apela a la humanidad de la jueza Fernández, exigiendo condiciones más humanas para él y su hijo en el complejo penitenciario, al que acusa de tener graves deficiencias en términos de higiene, alimentación y trato. En su última misiva, destaca que su hijo sufrió numerosas lesiones por autolesiones y denuncia abusos durante el proceso de detención.